El origen de la industría cárnica
Desde sus orígenes, la carne ha sido uno de los principales elementos en el desarrollo del ser humano. El consumo de carne siempre ha tenido un papel fundamental, tanto a nivel alimenticio como cultural.
A lo largo de los siglos han ido evolucionando sus técnicas de obtención de la carne, prácticas de higiene y seguridad alimentaria. Tanto es así, que actualmente sigue siendo unos de los alimentos estrellas de nuestra alimentación por su calidad nutritiva.
Su alto contenido proteico hacen de la carne uno de los alimentos más valorados en nuestra pirámide nutricional. Incluso con la tendencia “healthy” que nuestra sociedad ha implantado alrededor de la grasa, no debemos olvidar que nuestro cuerpo la necesita para su buen funcionamiento. Eso sí, dentro de un entorno de vida activa y saludable.
Tendemos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, incluso en la calidad de nuestros alimentos, pero nada más lejos de la realidad. La industria cárnica, que es lo que aquí nos concierne, ha ido incluyendo en sus procesos de elaboración nuevas tecnologías. Estas técnicas han ayudado a que ese proceso sea más limpio, ayudando a que la materia prima siga la cadena de producción sin apenas ser tocada por los humanos. Se han incluido normativas sanitarias, que protegen a los mismos animales y ofrecen garantías de seguridad alimentaria.
Este nuevo proceso dista mucho de la producción de carne de nuestros antepasados, haciéndola una industria segura que ofrece total garantía de que sus productos se rigen por los estándares de calidad.
Hoy se hacen mejor las cosas que ayer, y esta es la misión de nuestras industrias cárnicas. Misión más que conseguida tanto en la cría de nuestros animales, curación, elaboración y proceso hasta que llega a nuestros clientes.
La producción de carne de porcino sigue impulsando la producción nacional, ya que supone casi el 70% de la producción total de carne en nuestro país.
En terminos de España como pais, a industria cárnica es el cuarto sector industrial. Nuestro sector, formado por mataderos, salas de despiece y fabricas de elaborados, constituyen un tejido industrial importante distribuido por toda España, sobre todo en zonas rurales.
La producción de carne de porcino sigue impulsando la producción nacional, ya que supone casi el 70% de la producción total de carne en nuestro país.
España es una de los países con una tradición más rica en elaboración y degustación de los más variados embutidos y sobre todo jamones. Esto se debe a que nuestra producción se extiende por muchos de los rincones de nuestra tierra. Hecho que nos hace ser un gran reclamo dentro y fuera de nuestras fronteras. Las preferencias del consumidor son, sin lugar a dudas, el jamón curado: serranos e ibéricos, que siguen siendo los reyes de nuestra producción.
El futuro de la industria cárnica pasa por establecer un vínculo con el cliente, adaptándose a las necesidades del consumidor. No podemos dejar de tener en cuenta que, un producto como el que distribuimos, necesita de una cierta orientación en los procesos de elaboración, curación y origen. No cabe duda que los tiempos cambian de forma exponencial y debemos estar preparados para esos cambios. Establecer unos patrones de consumo. De esta manera nuestros clientes siempre ganan.
A la hora de de valorar la conducta del consumidor hay que ofrecer una oferta gastronómica estimulante que haga que la producción de carne siga teniendo un futuro prometedor.